En las instalaciones eléctricas de hoy en día es necesario tener un conductor de protección que derive a tierra cualquier fuga de corriente que haya en el circuito y que pudiera ser un peligro potencial para las personas. Para medir estas fugas de corriente, es imprescindible una pinza amperimétrica de fugas.
Los circuitos tienen que estar protegidos por un interruptor diferencial (ID) también conocido como RCD, RCCB o dispositivo residual (DDR). Es un dispositivo de protección fundamental en cualquier instalación eléctrica ya sea doméstica o industrial, que actúa junto con la puesta a tierra de los enchufes y las masas metálicas de los aparatos eléctricos.
De esta forma, el interruptor diferencial (ID) desconectará el circuito cuando detecte una derivación a tierra mayor que la sensibilidad que tenga establecida. Si el circuito en cuestión no dispone de conexión a tierra y se produce un contacto de un conductor activo a una máquina, por ejemplo, el diferencial no lo detectará hasta que alguien que no esté aislado de tierra toque esta masa. En este momento, la corriente recorrerá el cuerpo de la persona hacia tierra causando un defecto a tierra y superando ésta el límite de sensibilidad del diferencial, que se disparará protegiendo a quien haya tocado el conductor y evitando así una descarga eléctrica sobre la persona y su posible muerte. Estos interruptores también ofrecen protección contra los incendios que pudieran provocar estas derivaciones a tierra.
Así pues, un RCD detecta fugas de corriente a tierra que, aunque sean pequeñas como para disparar un dispositivo de protección por sobre corriente (como por ejemplo los interruptores automáticos y fusibles), pueden ser de una intensidad suficiente como para provocar un incendio o una descarga eléctrica. Éste dispositivo electromagnético, nos protege de las consecuencias que se pueden derivar de una fuga de corriente en nuestra instalación. Se llama diferencial porque es capaz de medir la posible diferencia entre la corriente de entrada y la de retorno en un sistema eléctrico.
Para mantener la seguridad de las instalaciones eléctricas es imprescindible contar con una pinza amperimétrica de fugas
Existe en el mercado un instrumento llamado pinza amperimétrica de fugas especialmente diseñado para detectar corrientes de fuga por debajo de 5mA. Normalmente las pinzas amperimétricas convencionales que se utilizan para medidas de consumos no tienen tanta sensibilidad para detectar corrientes tan pequeñas. Las pinzas detectoras de fugas deben estar diseñadas con maxilares especiales de alta sensibilidad capaces de detectar y medir corrientes de fuga de hasta 1μA.
Para poder medir con exactitud corrientes tan pequeñas, hay que asegurarse de que los extremos de la mordaza no estén dañados o con deformaciones, que estén limpios y queden bien ajustados al cerrar la pinza. Una vez rodeado el conductor con la mordaza de la pinza amperimétrica de fugas, el valor de la corriente detectado dependerá de la intensidad del campo electromagnético alterno que rodea los conductores. Por ejemplo, el par de cables, fase y neutro de una instalación monofásica, o los conductores de una instalación trifásica. Cuando se miden varios conductores eléctricos a la vez, los campos magnéticos que se producen por las corrientes de carga de cada conductor se anulan entre ellos. Por consiguiente, cualquier diferencia de corriente se debe a las fugas que se producen por los conductores a tierra. Para la medida de estas pequeñas corrientes, la pinza amperimétrica de fugas debe ser capaz de medir corrientes por debajo de 0,1 mA. Las pinzas de fugas más sensibles y por tanto que alcanzan a medir fugas más pequeñas son aquellas que tienen una resolución de 1μA. También existe en el mercado algún modelo más completo que además incorpora otras funciones como: medidas TRMS, medidas de tensión AC/DC, medidas de resistencia, de continuidad, picos y display iluminado.



