Los termómetros de infrarrojos, también llamados pirómetros o termómetros láser son instrumentos de medición de temperatura sin contacto. Se usan principalmente en aplicaciones donde no es posible acceder a la sustancia que se desea medir mediante una sonda de contacto convencional. Esto puede ser por ejemplo por el peligro que conlleva estar cerca de un objeto a una temperatura muy alta, por piezas de maquinaria en movimiento, por la presencia de agentes contaminantes o porque se trata de conductores eléctricos de alta tensión, entre otros.
El funcionamiento del termómetro de infrarrojos profesional
Un termómetro de infrarrojos profesional está formado por una lente que enfoca los rayos infrarrojos hacia el sensor, que transforma la energía recibida en señal eléctrica. La señal eléctrica es interpretada por el termómetro a través de un microprocesador y la muestra al usuario en forma de lectura de temperatura.
La mayoría de termómetros de infrarrojos portátiles, además disponen de un puntero láser que ayuda al usuario a definir con más precisión el punto exacto del objeto que desea medir. En algunos modelos de termómetro de infrarrojos existen dos punteros láser que se cruzan a una determinada distancia, de forma que los dos punteros se ven como un solo punto justo en la distancia de máxima precisión del termómetro de infrarrojos. Así, el usuario que está tomando la medida puede alejar o acercar el termómetro hasta que esté en la distancia óptima para tomar la temperatura con el mayor nivel de precisión.